Ayer en la mañana repartí las tareas que le corresponde a cada uno para toda la semana. Todos las recibieron con la misma cara de siempre, como si no les importara, total, bueno ya saben hacer su trabajo. Pero note a Adelia, un poco rara, no estaba como siempre, estaba nerviosa, la noté intranquila como si le molestará algo, pero todo fue desde que le dí la tarea que tenía que realizar. Su labor consistía en elaborar una presentación para los gerentes sobre el proyecto de comunicación interna que estamos desarrollando en la empresa. Pensé que se le pasaría, así que seguí con mis actividades de siempre. Paso el día y entró a mi oficina con una cara totalmente deprimida, le pregunté de inmediato ¿qué pasa? Me dijo que no se sentía capaz de realizar esa presentación, que tenía miedo de tartamudear en plena exposición, tenía miedo de malograr todo, no se sentía lo suficientemente capacitada como para afrontar un reto así. La verdad es que sorprendió totalmente, yo pensaba que tenía un equipo preparado, no para que me vengan con ese tipo de niñerías de universidad. Le dije que haga su trabajo y que lo haga bien.
Luego me sentí culpable por como la había tratado y fui a su cubículo a buscarla, entendí que tal vez necesitaba un poco de empuje para sentirse con más seguridad. Así que le dije que no se preocupe, que si yo le había dado esa tarea era porque confiaba plenamente en ella y sabía que no me iba a fallar. Confiaba en sus capacidades y su criterio para algo tan importante para la empresa, de inmediato su rostro cambió y me dio una sonrisa muy grande. Me dijo que ahora sí se esforzaría y que me sentiría orgulloso. Me dio gusto hacerla sentir así, así que desde ahora les diré ese tipo de palabras a cada colaborador todos los días en la mañana.
Es importante que el colaborador sienta que es capaz de realizar una tarea, mientras más elevada es la autoeficacia, es decir que ellos puedan realizar la tarea por si solos, mayor es la confianza en la propia capacidad para realizar con éxito una tarea. Por eso vale mucho que motivemos a nuestros colaboradores con palabras de aliento y haciéndoles sentir que les hemos dado una labor porque confiamos plenamente en ellos y sabemos que no nos defraudarán.
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